26.3.13

Nunca estuve tan feliz de poder llorar aunque no sepa bien como parar, necesitaba purificarme y ahora cambiar de almohada, de sabana, de música, de rutina. Escuchar, atender, abrazar (ser abrazada) y por ahí volver a llorar un poco. Tu ser se estaba pudriendo dentro mio y no había nada peor que eso. No había nada peor que levantarme sintiéndome encerrada. Porque ya no sos y no podia dejarme ir. Mis cuerdas vocales me insultan pero no te das una idea de lo reconfortante que se siente que me des espacio para gritarte. Yo ya te perdoné. Que lindo que se siente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario