Por momentos vuelve a mí la sensación de demencia, y también vuelven a mi las ganas de luchar ante esa locura que toca mi puerta esperando que la deje pasar. Pero por mas seductora que haya venido vestida esta vez, todavía le tengo mucho miedo, y no me cuesta admitirlo.
Entonces espero, porque mientras haya sol se que para eso sirvo, espero, porque mientras tenga un café se que para eso sirvo. Y dejaré de esperar el día en el cual el tiempo se apodere de mi ser, y no quede más que yo misma acá dentro.
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