Los sonidos perforadores me enmudecían la mente.
Me hubiera autodestruido, pero estaba pegada a su cuerpo.
Hubiera llorado, pero era parte de su cuerpo.
Hasta hubiera reído, pero estaba atada a su cuerpo.
Hubiera dejado de simular tantas cosas
Hubiera ablandado cada musculo y me hubiera dejado caer.
Pero estaba maldita, y seguía pegada a su cuerpo.
Hubiera actuado, simplemente actuado y sin pensarlo dos veces
me hubiera dejado caer al vacío dejando escapar una risa siniestra
antes de lanzarme a mis impulsos.
Me arranqué la piel, me estaba desangrando.
Pero seguía sin poder despegarme de tu cuerpo.
Gracias por hacerme el click.
Gracias por desprenderte.
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