17.5.13

Si. 
Todavía te exijo.
Y es que creo inocentemente que sos el mismo 
que cada noche me habla y me llora.
Prisionero.
Si.
Todavía te grito, egoísta.
Y a veces desearía decirte
las peores cosas jamas dichas.
Si.
Todavía me enojo, para mis adentros
cada vez que decidís ignorarlo.
Porque el
 todavía me habla.
Todavía me ruega sin piedad 
un poco de atención.
Y yo
Ilusa, todavía lo quiero, todavía lo escucho.
Todavía sigo sin poder tirarme a la pileta
por miedo a que se suicide.
Porque el
es la fragilidad que nunca tuviste.
El llanto desconsolado de un niño
y todo a lo que le tenes tanto miedo.
Y vos.
No venís a visitarlo
porque rechazas cada pedazo de su ser.
Y el.
Llora, sufre, siente y ama. 
Todo lo que alguna vez
vos quisiste sentir
y dejaste atrapado en mis paredes.
Esperando que me deshaga de todo
como si tuviera la fuerza necesaria.

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