9.8.12

La música tranquilamente feliz me deja en un estado estúpidamente equilibrado en el que sonrío sin pensar, y si no me equivoco, estoy bien, necesito no pensar, necesito disfrutar, observar, conocer, regalar un poco de mi, y recibir un poco del resto. Así funciona el equilibrio, así funciona mi estabilidad, es raro entender a mi cabeza un jueves a la madrugada, pero extrañamente hoy tengo todo claro. Eso no quiere decir que todo lo que tengo claro sea feliz, pero tengo en claro las cosas que quiero y las que no, las que me dan miedo y las que me generan seguridad, y esa sensación me da un plus de felicidad super importante que hace que se equilibre todo. 

Igual, mi estabilidad no deja de poder ser comparada con la de un equilibrista en una cuerda floja.

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